viernes, 28 de septiembre de 2018

Salud de la atmósfera y lluvia ácida

 Las actividades humanas que afectan la salud de la atmósfera son fundamentalmente las industriales y la quema de combustibles fósiles que a gran escala están cambiando la composición química  de la atmósfera. 
  Estos cambios se pueden clasificar en tres tipos dependiendo de su impacto: 

  • Destrucción de componentes que protegen a los organismos vivos:

La destrucción de la capa de ozono situada en la estratosfera debido a las emisiones de CFC (gases utilizados en circuitos de refrigeración). 
 La capa de ozono absorbe una parte importante de la radiación ultravioleta procedente del sol. El adelgazamiento de la capa de ozono provoca que llegue una mayor cantidad de radiación ultravioleta a la superficie terrestre, que tiene efectos nocivos sobre los seres vivos. Los gases emitidos en el pasado aún permanecerán bastantes años en la estratosfera.

  • Emisiones de gases y partículas perjudiciales para la salud: 
La emisión de gases reactivos (óxidos de nitrógeno, óxidos de azufre, monóxido de carbono, amoniaco, compuestos orgánicos volátiles) y aerosoles (partículas sólidas o líquidas, por ejemplo nitratos y sulfatos) que afectan a la calidad del aire. La presencia de concentraciones altas de estos compuestos en las proximidades de los focos emisores puede tener efectos nocivos sobre la salud de las personas, y de otros seres vivos.

  • Emisiones de gases y partículas que alteran el equilibrio radiactivo de la Tierra y por lo tanto alteran el clima:

La emisión de gases de calentamiento global. La temperatura promedio en la superficie de la Tierra viene determinada por el equilibrio entre la radiación solar absorbida por la superficie terrestre y la radiación infrarroja emitida al espacio. Los gases de efecto invernadero de la atmósfera dificultan la salida de la radiación infrarroja al espacio. En ausencia de gases de efecto invernadero en la atmósfera, la temperatura media del planeta sería mucho más fría: de unos veinte grados centígrados bajo cero, en lugar de los quince grados sobre cero actuales.


Lluvia ácida

La lluvia ácida es una de las consecuencias de la contaminación atmosférica.
 Se produce cuando las emisiones contaminantes de las fábricas, automóviles, calderas de calefacción, basurales a cielo abierto, fumigaciones aéreas y el gas metano que produce el ganado entran en contacto con la humedad de la atmósfera.
Las fórmulas de los componentes primarios de la lluvia ácida, es decir sus precursores, son los siguientes:
  • Agua de la humedad ambiental: H2O
  • Óxidos de azufre: se emiten al quemar combustibles de baja calidad, que contienen azufre, en general son carbones o fracciones pesadas del petróleo.
  • Óxidos de nitrógeno: NOx  se producen en todas las reacciones de combustión, por reacción del oxígeno y nitrógeno del aire a temperaturas elevadas.
  • Dióxido de azufre: SO2 es un contaminante primario que se produce en la combustión de carbón y petróleo que contienen azufre. También se produce en la refinación de ciertos minerales que son sulfuros.
  • Trióxido de azufre: SO3 se forma en la atmósfera en pequeñas cantidades debido a la reacción entre el SO2 y el oxígeno; algunas macro partículas del aire catalizan esta reacción.

Las fórmulas de los ácidos resultantes de la mezcla anterior que acidifican la humedad formando la lluvia ácida en sí son las siguientes:
  • Ácido sulfúrico: H2SO4
  • Ácido sulfuroso: H2SO3
  • Ácido nítrico: HNO3


El agua de lluvia tiene un nivel de PH que ronda los 5,6. Es ligeramente ácida debido a la presencia de dióxido de carbono atmosférico, pero en muchas ocasiones puede llegar a tener un PH 3, igual al del vinagre.

Efectos y las consecuencias de la lluvia ácida

  • Acidificación de las aguas terrestres, como ríos, lagos, mares y océanos. La lluvia ácida provoca que el pH de los lagos y ríos tengan un nivel de pH inferior a  6. Por lo tanto se producen daños graves en la vida acuática y en la terrestre, al no poder beber de estas aguas ni alimentarse de los peces y otros animales que habitan en ellas. Las especies más afectadas por la acidificación acuática son  los camarones, caracoles y mejillones.
  • Aumenta la acidez de los suelos, y origina cambios en la composición de los mismos, produciéndose la lixiviación de importantes nutrientes para las plantas e  infiltrando metales tóxicos, tales como el cadmio, níquel, manganeso, plomo, mercurio, que de esta forma se introducen también en las corrientes de agua.
  • Las construcciones históricas, que se hicieron con piedra caliza, experimentan también los efectos de la lluvia ácida. La piedra al entrar en contacto con la lluvia ácida, reacciona y se transforma en yeso. También los materiales metálicos se corroen a mucha mayor velocidad.
  • Los ácidos que contienen sulfato en estas precipitaciones provocan un aumento del efecto invernadero. Aunque pueden ser cantidades de sulfato pequeñas, estas al entrar en contacto con ciertos componentes presentes en zonas pantanosas, incrementando la producción de gas metano llevada a cabo por lo metanógenos, los microorganismos que los producen de forma natural.
  • Produce daños importantes en la vegetación, en zonas forestales, selváticas, etc. La consecuencia directa de esto es que los vegetales padecen estrés y deficiencia de nutrientes que las hace enfermar, más vulnerables a contraer plagas e incluso morir. Dónde esto sucede, hay menos vegetación, menos hábitat y alimento para animales y personas.
  • Los contaminantes que forman la lluvia ácida interactuan en la atmósfera para formar contaminantes atmosféricos. Las micro partículas que pueden ser transportadas a largas distancias por los vientos, estas partículas que flotan en el aire las podemos respirar, como el dióxido de azufre y los óxidos de nitrógeno,  llegan a nuestros pulmones y nuestro torrente sanguíneo. Puede causar y agravar las enfermedades respiratorias, causa de otras enfermedades graves como enfermedades respiratorias. Por ejemplo: el asma o la bronquitis crónica.

Cómo reducir las lluvias ácidas

  • Reducir al máximo los niveles de azufre y nitrógeno en las emisiones de las fábricas, calefacciones, vehículos, etc. Utilizando nuevas tecnologías que ayuden a controlar estas emisiones y usando cada vez más las energías renovables.
  • Reducir el consumo de electricidad en el hogar.
  • Reducir el uso de sustancias químicas en los cultivos.
  • Añadir compuestos alcalinos en estanques, lagos y ríos para equilibrar el pH.
  • Plantar árboles.
  • Reducir el consumo de los combustibles fósiles.
  • Impulsar el transporte eléctrico.
  • Introducir el convertidor catalítico de tres vías a los automóviles.
  • Impulsar el uso de gas natural, en diversas industrias.

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